Pon un asesor en tecnología en tu vida
Cuando digo que soy, entre otras cosas, Asesor en Tecnología, la mayoría de la gente me mira como si fuese un bicho raro o como si estuviera diciendo que soy un «enviado del Señor» o como si les tratara de vender humo. Pero yo sigo reivindicando ese papel de «persona que te puede dar una (buena) solución a tu problema usando la tecnología«. A veces esa solución no tiene que ser la más barata (o sí), y a veces simplemente no hay solución.
Todos en nuestra vida hemos tenido a un «asesor en tecnología«, ya saben, ese primo, ese cuñado, ese hijo espabiladillo al que le gustan los ordenadores y al que le preguntas cómo puedes instalar el Word en tu PC, o por qué, de repente, te aparece siempre una misma página en el Internet Explorer con contenido un tanto sospechoso. Sí, ese tipo al que llamas cuando te vas a comprar un ordenador al Mediamarkt y le preguntas si te compras el que aparece en la portada del folleto, o al que llamas cuando tu ordenador no se enciende, o al que le preguntas cómo bajarte la última versión del Photoshop (¡niños no hagan esto en casa!), o al que le pides consejo para decidirte a dar el salto a Mac. Ese mismo tipo te vale para que te aconseje un buen ADSL, un punto Wifi para extender la conexión en tu oficina, o una impresora para casa, buena, bonita y barata.
Yo no soy uno de esos tipos. Eso no es un «asesor en tecnología«. Ya se que «tecnología» es una palabra demasiado amplia, que abarca no solo lo que tiene que ver con hardware, software e Internet, sino también con mecánica, física, energías renovables, etc., yo me refiero más bien a la primera parte, a la tecnología que forma parte de la vida cotidiana de particulares, autónomos, PYMES y grandes empresas (la «informática/teleco» de toda la vida).
En este país está muy mal visto cobrar por dar consejos (de tecnología). Nadie se escandaliza cuando acude a un médico privado, te ve en 10 minutos, te da un diagnóstico y te cobra, cuanto menos, 60 euros por la consulta. Todos aceptamos que ir al asesor fiscal o a un abogado para que nos aconseje en un problema tiene un coste. Pero ¿y cuando tu negocio o tu empresa necesita un consejo sobre tecnología? Los más «cutres» (e inconscientes) acuden a los primeros que nombré (tiran de teléfono y llaman al sobrino). Los menos se molestan en llamar a alguien que debería saber algo del tema.
Muchas decisiones sobre tecnología en una empresa, aunque parezcan banales, pueden condicionar, y mucho, la fluidez del propio negocio. Saber qué líneas de comunicación debes contratar, saber qué equipamiento es el más adecuado (olvídate de Mediamarkt), saber qué servicio de correo electrónico elegir, saber el tipo de web que necesitas (si la necesitas), saber qué software es el más conveniente para tu empresa, saber qué debes tener en cuenta en cuanto a la seguridad de tus datos, conocer la legislación española relacionada con la tecnología, o saber si debes o no estar presente en redes sociales. Estas y otras muchas cuestiones son las que trata un «asesor en tecnología«. ¿Yo se de todas esas cosas? De muchas sí, de otras no, pero de lo que no se me informo, investigo, pregunto, indago, me molesto por saber. En tecnología no siempre hay una mejor respuesta, no hay un mejor consejo, cada caso tiene su respuesta concreta. Las soluciones de unos no tienen por qué funcionar en otros. Porque alguien te diga que el software que usa es una maravilla no significa que sea el más adecuado para tu caso.
En definitiva, reivindico el rol de «asesor en tecnología« como un servicio que debe ser remunerado adecuadamente. ¿Se puede vivir sólo de esto? Lamentablemente aquí no, y por eso hay que diversificar. Abogo por ofrecer una formación y un asesoramiento desde el comienzo de creación de las empresas. Igual que acudes a una gestoría para que te diga el tipo de empresa, el papeleo que debes rellenar y la legislación que debes cumplir, debería ser un trámite «obligado» el asesoramiento en tecnología, si te aconsejan bien desde el principio los problemas futuros serán menores, seguro.
¿Y tú, te decides a poner un asesor en tecnología en tu vida?
Foto bajo licencia CC de Flickr. Usuario: camdiluv
Toda la razón, yo soy ese sobrino chapuzas jaja y hay cierta responsabilidad que no debería de asumir.
Gracias por el comentario Miguel y por dar ese punto de vista desde el otro lado. 🙂
De cualquier forma, ese perfil siempre estará ahí en el ámbito familiar, pero si vamos a una empresa debería tenerse en cuenta un perfil más profesional.
Muy buen artículo, Lucas!
Totalmente de acuerdo!
Muchas gracias Toni!
En Argentina pasa igual, pero tuve la suerte de conocer a alguien que manejaba las casas como tu, un gran jefe.