No es el espacio, estúpido

Ya en su día, Alejandro Ramos en una de sus entradas de su espacio «Frikadas las justas» hablaba de una posible burbuja tecnológica en Gran Canaria, y hace unas semanas, en una de las últimas entrevistas que le han hecho a Gustavo Medina volvía a salir algo del tema. De nada sirve tener un espacio mega-estupendo de la muerte si no se incentivan otros aspectos y si las ideas no son buenas. Muchas Administraciones Públicas siguen viendo el emprendimiento como «lo que necesitan estos chicos son buenos espacios de trabajo«, ¡pues vamos a construírselos!, de emprendimiento no tenemos ni idea pero de construir, ¡vamos que si sabemos!. ¿Que hace falta hacer un edificio acristalado de cuatro plantas de 1000 metros cuadrados cada una? ¡Allá vamos!, ¿Que necesitamos acondicionar un antiguo edificio para que se parezca a una «oficina de Silicon Valley» de esas que se ven en las películas? ¡Cómo no!, será por espacio y dinero para obras.

Estos emprendedores no podrán quejarse (pensarán los pensantes de lo público), tienen un montón de sitios donde cobijarse, gestionados por ayuntamientos, cabildos, universidades, cada uno con un plan distinto, cada uno a su bola, aquí lo bueno es intentar hacerlo mejor que el otro. Si uno da un paso, el otro dice «y yo más«. «Mis emprendedores» van estar mejor que los tuyos. ¿Coordinación entre Administraciones? No, de eso no tenemos, pero locales, un montón, y más que se construirán.

Y todo eso sin contar los espacios de trabajo colaborativos, oficinas compartidas, coworkings o como quieran llamarlo. Iniciativas privadas, que como tal, tienen ánimo de lucro y por tanto completamente lícitas. Aquí la competencia es normal que exista. Cada uno es libre de montar lo que quiera para ganarse «las perras«. Son muchos los emprendedores que optan por esta vía como un medio para no quedarse en casa, para estar en contacto con el mundo real, para crear relaciones profesionales (un ejemplo que me ha encantado es The Suf Office).  Hace 5 años apenas se oía hablar de coworkings, ahora hay decenas en todas las islas.  Pero como digo, esto no lo critico, aunque estoy seguro que algunos no serán un negocio rentable si no cambian otras cosas.

Yo a lo que voy es que, por mucho se empeñen nuestras Administraciones (en muchos casos haciendo competencia desleal al sector privado) en tener locales y locales, por mucho que existan coworkings donde hacer contactos, lo que falta son ideas, ideas de las buenas. Ideas se nos ocurren a todos, a diario, pero ¿cuántas llegan a materializarse?, y de esas ¿cuántas tienen éxito?.  A la vez que se construyen viveros de empresas, parques científico-tecnológicos, aceleradoras, ¿se ha hecho algún estudio del impacto real de los mismos en los últimos años? ¿Cuántas empresas han nacido bajo esos paraguas? ¿Cuántas han cerrado? ¿Qué impacto nacional o internacional han tenido esas ideas o esos proyectos? ¿Cuántos locales hay vacíos?

Al contrario del verso cantado de Celia Cruz, aquí «hay mucha cama pa’ tan poca gente«. ¿Las ideas no nacían en los garajes?

 

Publicado por Lucas Ferrera

Ingeniero en Informática, funcionario de carrera y, sin embargo, buena persona. Me gusta la tecnología aplicada al servicio de los ciudadanos. Tío rarito a veces.

4 respuestas a “No es el espacio, estúpido”

  1. AMEN HERMANO!!! ni una coma te quito.

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  2. Ojalá se atreviesen a responder a tus preguntas, que aquí se anima mucho a la gente a volar sin alas…

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  3. […] Casi cualquiera que monte un negocio hoy en día es muy probable que empiece por uno de estos espacios, donde encontrar gente con los mismos intereses y posibles colaboradores para el proyecto. También existen iniciativas públicas de espacios colaborativos, que en la mayoría de los casos entran en conflicto directo con las iniciativas privadas, pero este es otro tema del que ya hablé en un post anterior. […]

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