¿Qué fue del Cabildo de Gran Canaria tres años después de mi carta a los Reyes Magos?

Hace ya más de tres años de mi última entrada en este blog, en ella lanzaba un brindis al sol sobre los temas que me atañen más directamente. En esa época (legislatura 2015-2019) gobernaban más o menos los mismos partidos y aún perduran algunos de los políticos, pero casi ningún directivo de entonces. Hoy estamos en la legislatura 2019-2023, han entrado en juego otros políticos y han aparecido algunas figuras directivas nuevas. ¿Qué fue de mi brindis al sol? ¿Estamos peor, igual o mejor que antes? Veamos.
Yo pedí «Un Servicio de Tecnología único«. No se ha cumplido. Seguimos con una separación de competencias en el ámbito tecnológico en dos departamentos distintos, de dos Consejerías distintas, de dos partidos políticos distintos, con dos directivos distintos. Dos departamentos claramente desequilibrados, uno con cuatro veces más personal que el otro. Con diferentes formas de trabajar, de planificar y de ejecutar. Con proyectos independientes. Sin coordinación directa. El resto de empleados no entiende por qué «Informática» está dividida de esa forma, y nosotros tampoco. Y esto afecta mucho, tanto a los empleados como a los servicios que se prestan a los ciudadanos.
Yo pedí «Una nueva Dirección General de Nuevas Tecnologías«. Pareció haberse cumplido, pero no. Afortunadamente el titular que ocupaba este puesto directivo en 2019 no continuó en la siguiente legislatura (Jobs lo tenga en su gloria, en la de la jubilación me refiero). Pero meses más tarde se creó y dotó una Dirección Insular de Recursos Humanos y Nuevas Tecnologías (y por cierto, ahora mismo vacante desde hace unos pocos días). Sí, amiguitos y amiguitas. Mezclando churras con merinas. Una Dirección que lo mismo se hace un estudio de la RPT o se reúne con sindicatos, que se contrata una aplicación informática para resolver tal o cual problema. Por supuesto, con perfil jurídico. Claro, todos sabemos que cualquiera vale para gestionar esto de la tecnología. No creo que al revés ocurra, poner a un funcionario con perfil tecnológico a gestionar una plantilla de más de 1500 trabajadores, además de la tecnología. Una vez más se confirma que, para gestionar la tecnología vale cualquier perfil. Yo considero que hay áreas específicas que deberían ser dirigidas por perfiles técnicos especialistas en la materia.
Yo pedí «Un verdadero impulso a la Administración Electrónica«. Se ha cumplido en una pequeña parte. Al menos hemos licitado y estamos empezando a ejecutar la implantación de un tramitador electrónico de expedientes y una consultoría para la catalogación y simplificación de procedimientos. Sí, en 2022, y con un plazo de ejecución inicial de dos años, o sea que hasta bien entrado 2023 no empezaremos a ver algún resultado… naaaa, solo llegamos un poco tarde a todo esto de la administración electrónica.
Yo pedí «Una visión estratégica del Gobierno Abierto«. No se ha cumplido. Seguimos igual o peor. Todas las áreas implicadas siguen cada una a su bola, sin visión estratégica (aunque exista un Plan…), con una evidente falta de personal y sin visos de que la cosa mejore.
Yo pedí «Una apuesta por el personal TIC«. No se ha cumplido. En plantilla seguimos siendo prácticamente los mismos. Eso sí, tirando de alguna persona contratada por «acumulación de tareas» o de PET (Proyectos de Ejecución Temporal). Pan para hoy y hambre para mañana. Esa ilusoria sensación de que «hay más gente» pero que sabes que tienen fecha de caducidad. Eso hace que nos metamos en más proyectos estructurales que, cuando estos compañeros y compañeras ya no estén, los deberán seguir gestionando el personal de plantilla (o directamente se pararán). La cosa no pinta nada bien.
Yo pedí «Un poquito de caso a la protección de datos y a la seguridad informática«. Se ha cumplido una pequeña parte. Conseguimos licitar y ejecutar sendos proyectos encaminados al análisis y consultoría en protección de datos y el Esquema Nacional de Seguridad, pero han fallado en la implicación interna. A muy poca gente le importan estos temas, y menos a los políticos y directivos. Ya lo habíamos dicho, esto no interesa, no vende, es cosa de informáticos… hasta que una célula de hackers rusos le de por hacer «cositas malas» y nos veamos con sistemas críticos parados durante días, semanas o meses. Jobs no lo quiera.
Yo pedí «Un poquito de Organización«. No se ha cumplido. Y es posible que hasta estemos aún peor que antes. Solo se puede definir de caos organizativo el batiburrillo de unidades administrativas y de recursos humanos en las áreas estratégicas implicadas. Si bien vamos a empezar a dar tímidos pasos en la simplificación de procedimientos, se ha apostado por una gestión totalmente externalizada, sin apenas contar con personal «de la casa» con experiencia en estos temas. Claro que sí, trae a una gran consultora que te resolverá todos tus problemas internos. Todos lo que nos dedicamos a esto sabemos que eso es jugar a caballo ganador… #modoironíaON
Yo pedí «Un muchito de Comunicación«. No se ha cumplido. Sigue sin haber comunicación interna. E incluso la externa se ha visto mermada por cambios en las personas implicadas. Nada, otra cosa más que importa poco o nada.
Más de tres años después de mi carta, los Reyes Magos de ese año (y de los siguientes) no hicieron caso a mis plegarias. Pasan los años y ves que nada cambia. La Administración Pública (al menos la que yo más conozco) es un zombi, no se muere porque ya está muerta. Y eso no parece que tenga cura.
Foto de Jeremy Perkins en Unsplash
Y no pediste una web verdaderamente orientada al ciudadano?
Abrazo,Lucas
jejeje sí, eso sí, al menos está en camino 😉