Los fondos Next Generation para el sector TIC van a ser un gran problema para las Administraciones Públicas canarias

¿Saben esos memes que podemos ver en cualquier red social donde un tipo en la orilla de la playa ve como el mar se pone cada vez más bravo hasta que llega una ola que acaba por arrollarlo? El tipo, de hecho, ve la ola acercarse, pero no puede hacer nada. Yo creo que ese tipo es ahora mismo cualquier Administración Pública canaria tratando de sacar un proyecto TIC y la ola son los fondos Next Generation que se supone que vienen para salvarnos…

Esta mañana he asistido al evento «Prioridades TIC en las AAPP canarias ante los fondos Next Generation«, de la revista Socinfo Digital, en Las Palmas de Gran Canaria. Estaban representadas las Administraciones Públicas más relevantes de las islas, como el Gobierno de Canarias, el Servicio Canario de la Salud, el Cabildo de Gran Canaria, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Por cierto, al final del evento se entregaron unos premios en distintas categorías y la revista quiso que formara parte del jurado que elegía a los premiados. Siendo esto último una mera anécdota, los premios son lo de manos, lo realmente importante fue conocer qué están haciendo todas estas Administraciones para prepararse ante la llegada de este maná de dinero venido de Europa.

El Gobierno de Canarias, por ejemplo, ha creado toda una estructura paralela a su plantilla estable, con las denominadas Unidades Administrativas Provisionales (UAPs). Podemos decir que es una RPT temporal (como máximo hasta diciembre de 2026).  Se supone que esta estructura paralela debe servir para dar apoyo a toda esta gran cantidad de proyectos que vienen. La realidad es que todavía hay unas cuantas UAP’s que ni siquiera están ofertadas, otras cuantas que solo han cubierto los puestos altos (Direcciones y Subdirecciones), o sea, mucho jefe y poco o ningún indio. Y otras que están empezando a cubrir el resto de puestos, bien con personal que se encontraba en otros departamentos (desvistiendo un santo para vestir a otro) o bien tirando de listas de empleo en las que en el peor de los casos puede entrar alguien que tiene cero experiencia con proyectos en la Administración Pública. Red flag.

El resto de Administraciones presentes, ni si quiera se plantean crear más puestos de trabajo, temporales o no, para abordar estos proyectos. O sea que toca hacer mucho más con la misma gente. Red flag.

La gran mayoría de los proyectos que se mostraron con alto contenido TIC eran de una complejidad media/alta. Todos estos proyectos necesitan una preparación y una planificación que debe hacer personal interno, personal que ya está saturado con su trabajo diario. Hay un gran déficit de empleados públicos que sepan gestionar proyectos TIC de esta envergadura. Red flag.

Estas ayudas europeas están definidas con unos plazos de licitación y de finalización muy tasados, y con una justificación exhaustiva que probablemente nada tenga que ver con lo que estamos acostumbrados.  Digamos que a Europa «no se la cuelas«. Esto de los plazos y la justificación al dedillo casa poco con los tiempos de tramitación de una Administración jurásica y con escaso personal que no puede «controlar» el detalle. Red flag.

Pero, aquí viene lo mejor. Lo pude corroborar con otros «colegas de lo público» y con proveedores tecnológicos habituales de Canarias (en la pausa para el café, por supuesto). Las empresas que se presenten a estas licitaciones no van a tener personal suficiente para abordar tal cantidad de proyectos. Es complicado cubrir vacantes de perfil tecnológico especializado (date un paseo por Linkedin o Infojobs para ver la cantidad de puestos vacantes). Las empresas tienen que luchar con los márgenes, a veces muy escasos, que les dan este tipo de contratos, pero sobre todo, con competencia que oferta mejores sueldos o condiciones. Red flag.

Uno de los proveedores con los que hablé me hizo un par de apreciaciones que, en su opinión, debíamos adoptar las Administraciones a la hora de licitar estos proyectos. Por un lado, que no ajustemos tanto los precios y que puedan tener unos márgenes adecuados para poder captar y pagar bien al poco talento que hay. Y por otro, que no seamos tan exigentes con el personal que pedimos. Por ejemplo, no restringir titulaciones. Me ponía el ejemplo de que ellos trabajaban con personal en remoto (p.e. en Portugal), excelentes en lo suyo, pero que no tenían una titulación homologada. O, por qué no, ¿y si es necesario tirar de una factoría de software en la India?  Son reflexiones que no me parecen nada descabelladas.

¿Han visto cuánta bandera roja? No hay personal interno, no habrá personal externo, habrá poca agilidad administrativa pero sí mucho dinero y exigencias.   

Nos dirigimos al colapso. Las Administraciones incapaces de licitar, adjudicar, gestionar o ejecutar los proyectos en plazo. Los proveedores, en el mejor de los casos, ejecutando con personal escasamente remunerado o teniendo que rechazar proyectos por incapacidad de contar con el personal suficiente. La lucha por conseguir a los mejores técnicos va a ser brutal. Al final se conseguirá acabar algún proyecto, pero mucho me temo que una buena parte de estos fondos no van a poder justificarse de la forma adecuada y deberán devolverse. Ojalá me equivoque pero, más que una oportunidad, yo veo estos fondos como una condena.

Foto de Mufid Majnun en Unsplash

LPA Park, nunca más buscaré un parquímetro

LPAParkHace unas semanas que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (a través de su empresa SAGULPA) ha puesto en marcha LPA Park, la app para iOS y Android que permite pagar en las zonas azul y verde de la ciudad, directamente desde el móvil.  Yolanda Hernández escribió un magnífico post sobre la estrategia digital de LPA Park, enfocada al usuario y al ciudadano. Hoy yo quiero dar mi opinión acerca de la aplicación.

Primero he de confesar que yo partía con ventaja. Esto de estar en el mundillo de la tecnología en Canarias hace que, a veces, tenga pequeños privilegios. En este caso, me avisaron de que se había colgado la aplicación en la Apple Store el mismo día en que se daba a conocer a los medios (y un día antes de que saliera en prensa). Los primeros 500 usuarios en bajarse la app tenían un saldo (para gastar en aparcamiento) de 5 euros. Por tanto, tenía 5 eurillos para probar.  Al final de el primer día, más de 1000 usuarios ya se habían bajado la app.

Lo primero que tenemos que hacer es registrarnos en la web de SAGULPA con un correo electrónico y unos datos identificativos básicos (incluyendo las matrículas de los coches que usamos habitualmente).

A los pocos días me surgió la necesidad de usarla. No vivo en la capital, así que me suelo mover con coche por Las Palmas de Gran Canaria y las zonas de aparcamiento controlado me vienen de perlas para las gestiones del día a día. Así que aparco en zona azul, calculo que estaría una hora. Abro mi app LPA Park, escojo la opción «Nuevo tique«, selecciono la matrícula, la zona (azul o verde), le indico la calle de acuerdo a una lista (si no la encuentra automáticamente con el GPS) y el tiempo (que se traduce en importe). En este caso eran 70 céntimos, que se descuentan de mi saldo. Confirmo el pago, se me envía una copia del tique al correo electrónico y ya está. Mi coche ya tiene registrado un tique de aparcamiento.

Es así de sencillo. No hay que buscar una máquina de parquímetro (que a veces cuesta). No es necesario tener calderilla. Puedes pagar sin que tengas que redondear a 5 céntimos (las máquinas no aceptan monedas de 1 y 2 céntimos, la app sí). No hay que poner ningún identificativo en el coche (nadie sabrá cuándo te debes ir).  La información sólo la conoces tú y los controladores de las zonas.

Para mí son todo ventajas. Desde esa primera vez ya la he usado una decena de veces. Incluso ya he recargado 10 euros al saldo pagando con tarjeta de crédito desde la propia app. Me encantan este tipo de cosas. La tecnología está precisamente para esto, para facilitarnos la vida a los usuarios, y esta app, sin duda, nos la hace más fácil.

Si hay que ponerle una pequeña pega es precisamente lo que me comentó uno de los vigilantes de zona azul. Este señor me confesaba que, con este nuevo sistema, se acabó lo de «hacer la vista gorda» a algún coche cuando se había excedido del tiempo de estacionamiento. Al estar todo informatizado, cuando el controlador introduce la matrícula en «el cacharrito» que llevan, si el tique ha caducado, automáticamente se genera una denuncia (aunque sólo se haya pasado 1 minuto). Con el sistema anterior, el poner o no una denuncia en esos casos quedaba al libre albedrío del controlador. ¡Qué quieren que les diga, pues también me parece bien! Si está todo controlado que sea con todas las consecuencias y que no dependa del «humor» del controlador de turno el poner o no una denuncia.  ¡Ah! y encima también puedes pagar esas «infracciones» a través de la propia app con el saldo que tengas.  ¡Si está claro que facilidades para pagar las dan todas!

Enhorabuena a SAGULPA por la iniciativa y a INVENTIAPLUS por el desarrollo. Cada día Las Palmas de Gran Canaria es más smart city.

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