Al paro, sí, pero usando la tecnología

Hoy voy a hablar de una experiencia personal, relacionada, como no, con la tecnología.

En octubre de 2010 me quedé en paro por primera vez en toda mi carrera profesional, y me aterraba enormemente acercarme a una oficina de empleo y hacer cola con cientos de personas en mi misma situación.  Eso representaba algo para lo que no estaba preparado en ese momento, supongo que nadie lo está para una situación así, lo se, y más en esta época.  Por esas fechas ya llevábamos un par de años de «crisis». Las listas del paro crecían mes tras mes y aún lo siguen haciendo.  Las noticias en los periódicos y en los informativos siempre eran las mismas, la largas colas para acceder a las oficinas de empleo se repetían día a día. Colas de varias horas para que te tocara el turno.  Lo dicho, un horror.

Pero como no, me puse a darle vueltas a la cabeza e investigué un poco como era el proceso para poder cobrar el paro (más formalmente, la prestación por desempleo).  Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que aquí intervienen dos Administraciones Públicas, la Estatal, el Servicio Público de Empleo Estatal, dependiente actualmente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social (lo del INEM no existe desde hace años aunque la gente lo siga llamando así), y que es quien realmente paga las prestaciones por desempleo; y la parte Autonómica, que en mi caso es el Servicio Canario de Empleo, dependiente del Gobierno de Canarias. Las oficinas de empleo que tenemos en todas las ciudades son las de la Comunidad Autónoma. Pues bien, después de saber esto, averigüé que es posible hacer todos los trámites on-line.  No tenía que pisar una oficina de empleo, mi gran temor. Y me puse manos a la obra.

Primero, me tenía que dar de alta como demandante de empleo en el Servicio Canario de Empleo (SCE), en su Oficina Virtual, es un alta nueva, así que es imprescindible disponer de un certificado digital en el ordenador (actualmente no se permite el uso del DNI-electrónico).  Eso no era problema para mí, ya que los utilizo habitualmente para las declaraciones de la Renta.  Así que accedo con mi certificado, me identifica, tengo que rellenar varios datos que no estaban en el propio certificado, así como mi nivel de estudios y poco más.  La oficina virtual es un applet de Java, con una estética un tanto anticuada pero suficiente para su propósito. Lo he podido ejecutar sin problemas tanto en Firefox como en Chrome, aunque suelo utilizar el primero porque en Chrome he tenido a veces problemas con los certificados digitales.  Por tanto, con este paso ya soy oficialmente un demandante de empleo en mi Comunidad Autónoma.  Con esta inscripción se genera lo que llaman un DARDE (documento acreditativo de la renovación de la demanda), que no es más que un documento donde se me indica cuándo tengo que volver a renovar la demanda (en que fecha). La demanda de empleo se renueva cada 3 meses.  El DARDE dispone de un código de 6 dígitos alfanuméricos que debe guardar siempre el demandante de empleo.  Hasta aquí todo bien, ya soy un número más en mi comunidad que engrosa las listas de demandantes de empleo, pero aún no tengo derecho a recibir la prestación (¡quiero mi dinero!).

NOTA: una vez que eres demandante de empleo, para acceder las veces siguientes a la Oficina Virtual ya no es necesario disponer de certificado digital, basta con el nº de DNI y los 6 dígitos del DARDE para identificarte en la aplicación y poder realizar los trámites necesarios como la renovación de la prestación, lo que la gente llama fichar el paro.

Segundo, una vez hecho el paso anterior, hay que ir a la Sede Electrónica del Servicio Publico de Empleo Estatal (SEPE), que es quien me va a pagar.  Uno de los trámites que tiene es la petición de la prestación por desempleo, que tiene como condición indispensable haberse dado de alta como demandante de empleo en el servicio autonómico correspondiente.  Para acceder a la sede electrónica podemos hacerlo de tres forma, mediante un código y usuario que te pueden dar en la oficina de empleo, mediante un certificado digital o mediante el DNI electrónico.  Yo opté por el certificado digital nuevamente.  En este caso siempre es necesario usar uno de estos tres métodos.  En esta Sede Electrónica, con una estética mucho más cuidada (no se trata de un applet de Java obsoleto como en el caso anterior), puedes solicitar la prestación declarando tu situación familiar (por tener hijos cobras más) y teniendo a tu disposición el certificado de empresa de los últimos 180 días cotizados. Este es un documento que genera la empresa para la que has trabajado y que, o bien te lo da en papel al causar la baja, o bien, como fue mi caso, es la propia empresa la que envía electrónicamente este certificado al Servicio Público de Empleo Estatal y por tanto ya lo tienen y no hace falta que lo aportes.  Cuando me identifiqué en la plataforma comprobé que ya tenían todos esos datos míos.  Con toda esta información te calculan cuánto vas a cobrar de paro y deberán emitir una resolución informándote del resultado.  En mi caso no pasaron más de tres días en generar esa resolución, que no fue más que un documento electrónico que me podía descargar desde la propia Sede Electrónica del SEPE.  Allí me decía cuánto iba a cobrar cada mes (¡yuju que alegría, tantos años de trabajo y cotizando debían servir para algo!).

Desde ese momento fui un parado más, pero al menos me evité la situación triste de hacer cola en la oficina de empleo.  Lo hice todo desde casa, un sábado a las diez de la noche ¡y en pijama!.

Por cierto, durante mi periodo de desempleo cambió mi situación familiar, de forma que pasé de tener una hija a tener dos (¡eso si que es trabajo!) . Esta situación también hay comunicarla porque pasar de uno a dos hijos supone un aumento en la cantidad percibida por la prestación por desempleo (más de dos hijos ya no cuenta).  Pues una vez más, hice uso de la tecnología. Este dato hay que comunicarselo al SEPE, así que pude acceder nuevamente a su Sede Electrónica y presentar por Registro Electrónico mi nueva situación, para ello tenía que enviar escaneado la hoja de libro de familia donde aparecían los datos mi nueva hija.  Así lo hice, la escanee en PDF, la adjunté a mi solicitud y la presenté por Registro de Entrada (electrónico).  Obtuve un código identificativo de mi registro de entrada y a los pocos días me enviaron una nueva comunicación a través de la plataforma donde me decían que ya habían tramitado mi nueva situación y me detallaban cual era la nueva cuantía de la prestación (¡aunque el aumento no da ni para los pañales del mes!).

La e-Administración ya es una realidad en muchos ámbitos y éste es un ejemplo claro.  Que pena que la cultura digital del ciudadano medio no sea la adecuada, porque seguro que se podrían evitar muchas colas teniendo unos conocimientos básicos.

Espero que nunca tengan que pasar por esto, pero si lo hacen que sepan que existe una «alternativa digital» para estar en paro.

La externalización de la atención a usuarios en las AAPP

Una práctica habitual, y que comparto al 100%, es la externalización de la atención de incidencias informáticas en las Administraciones Públicas (AAPP) de tamaño medio-grande (en un municipio de 2000 habitantes y con 40 trabajadores no tiene sentido).  Un servicio de este tipo se encarga básicamente de atender por varias vías (telefónica, web, email, etc) las incidencias informáticas que se produzcan en los puestos de trabajo (y periféricos y equipos de comunicación) de los usuarios de la Corporación en cuestión, pudiendo incluir otros servicios como reparación de equipos, transporte, instalación, etc.

Considero que un servicio como éste debe ser realizado por empresas especializadas, por personal cualificado, con los controles adecuados (como los Acuerdos de Nivel de Servicio – ANS) y que sea renovado por ciertos periodos de tiempo (los que se especifiquen en la Ley de Contratos del Sector Público, de acuerdo al RDL 3/2011 de 14 de noviembre). Para una Administración de tamaño medio-grande, que este trabajo sea realizado integramente por personal propio (funcionario o laboral) puede suponer una merma en el servicio debido a las particularidades de la propia condición del personal funcionario o laboral (p.e. no se podría establecer un ANS mínimo).

Tenemos varios ejemplos recientes en este tipo de servicios en AAPP de Gran Canaria. Cabe decir que todas estas licitaciones son abiertas, de libre concurrencia, a las que se puede presentar cualquier empresa que cumpla con los requisitos establecidos. Veamos el detalle:

AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

CABILDO DE GRAN CANARIA

  • Expediente652/NTYC Servicio de atención y soporte microinformático a usuarios finales del Cabildo de Gran Canaria.
  • Adjudicatario: GB CANARIAS SERVICIOS S.L.
  • Fecha de adjudicación: 18-4-2012.
  • Importe de adjudicación: 248.000 € (máx, 450.000 € estimados con prórrogas)
  • Duración del contrato: 23 meses + 1 prórroga de 1 año.
  • Notas: antes de esta adjudicación, el servicio fue prestado durante un periodo total de 4 años por la empresa OSIATIS S.A. (la misma adjudicataria que en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria).  Cabe destacar que este procedimiento, iniciado como el expediente 584/NTYC tuvo que ser anulado por un error material en la redacción del Pliego de Prescripciones Técnicas. Este hecho provocó un retraso de varios meses en la nueva adjudicación del contrato que tuvo como consecuencia más visible la pérdida del solapamiento entre la empresa saliente y la adjudicataria entrante, lo que provocó una ligera merma del servicio de atención a usuarios durante el periodo de transición. De cualquier forma, una parte de los trabajadores de la empresa saliente fueron subrogados por la nueva adjudicataria por lo que el servicio se restableció a la perfección desde el primer día de funcionamiento.

COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO INSULAR MATERNO INFANTIL

Como comentaba al principio, este tipo de servicios solo tienen sentido, y se lo pueden permitir, en las entidades de cierto tamaño y con un  presupuesto holgado, y sobre todo cuando se considere conveniente que sea llevado a cabo por personal externo, por ejemplo en el Gobierno de Canarias y sus entes adscritos, en el Cabildo de Gran Canaria o en los ayuntamientos mayores.  Además, si entramos al detalle de los servicios incluidos en todos estos contratos, en general se ve que se pide lo mismo (con ciertas variaciones), pero que en la valoración económica estimada para la realización del servicio existen grandes diferencias entre unos contratos y otros.  Este es un punto que los técnicos de las AAPP que redactan los Pliegos de Prescripciones Técnicas y valoran los servicios deberían ponerse de acuerdo a fin de establecer unos precios de mercado lo más estándar posible.

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