Entrevista a Kilian Barrera, CEO de Welovroi (primera parte)

Kilian Barrera - Welovroi - Marketing digital289 días, 6.936 horas o 416.160 minutos, poco más o menos, es lo que he tardado en conseguir esta entrevista. Por aquel entonces yo empezaba con el blog grancanariaTIC.com (hoy ya no existe, por cierto, el dominio está libre desde hace unos días). Por esas fechas, Welovroi hacía unos pocos meses que había sido el ganador del premio Emprendedor XXI de La Caixa en Canarias en 2012, y Kilian Barrera, la cara visible de Welovroi era un contacto en común con otros contactos profesionales de Gran Canaria, así que me decidí a escribirle para que me contara un poco más de él y de su proyecto.

Pero el tiempo pasó y Welovroi siguió su curso, y yo seguí el mío. Insistía cada dos o tres meses. Kilian siempre respondía con buenas palabras, pero el trabajo lo absorbía por completo. Yo le solté una ráfaga de preguntas que necesitaban dedicación para ser respondidas. Pero el que siembra, siempre recoge. El pasado 12 de junio, Kilian Barrera respondió a mi correo. Al día siguiente íbamos a conocernos en persona en Las Palmas de Gran Canaria.

La espera ha valido la pena, conocer a Kilian, aunque sea por unas pocas horas, ha sido una gran experiencia. Tenía la sensación de estar ante alguien del que podría decir, «…joder, yo conocí a ese tío un día…» cuando lo viera en la tele, no se si en Silicon Valley, en Berlín o en Londres, pero seguro que entre los grandes. Su aspecto desaliñado «calculado«, su sonrisa, su sinceridad, su cercanía y su pasión al contar lo que hace «te llevan al huerto«.

Reproduzco a continuación la primera parte de la entrevista que le hice. En mi defensa debo decir que es la primera entrevista que publico como tal y mi forma de hacer las preguntas seguro que no es la más adecuada, pero yo también sigo en constante aprendizaje. Es larga, por eso la divido en dos entradas, como capítulos de un libro que está empezando a escribirse:

Lucas Ferrera: ¿Dónde naciste y cuándo?

Kilian Barrera: Una madrugada del 21 de septiembre de 1980, en Las Palmas de Gran Canaria. Creo que me ha marcado la hora. Es por la noche, de madrugada, cuando más a gusto trabajo.

L.F.: ¿Qué me dices de ti? ¿Qué estudiaste? ¿Ingeniería Informática como yo (¡vaya error en mi caso!)? ¿Cuándo terminaste? ¿Has sido autodidacta?

K.B.: Pues en contra de mi familia y mis amigos decidí no hacer la selectividad y meterme en un modulo superior de administración de sistemas informáticos, para mas que nada, tener un papel con un título. No había, ni sigue habiendo, una carrera que me apeteciera dedicarle más de 4 años de mi vida a tiempo completo.

Tenía bastante claro desde el Instituto que ser autodidacta era el mejor camino para aprender lo que me apasionaba, el diseño 3D, multimedia y posteriormente todo lo relacionado con Internet.

Curiosamente, lo poco que te enseñan en ese módulo superior sobre programación en C me sirvió como base para empezar a realizar las primeras webs en PHP y MySQL o en Actionscript de Flash. Era un programador nefasto pero conseguía hacer que las cosas funcionaran. Eso fue hace ya más de 10 años y parece que fue ayer cuando me pasaba un fin de semana entero con la cabeza metida en la pantalla mezclando Flash con vídeos 3D para un CD Multimedia o haciendo un backend en PHP y MySQL para una tienda de perfumes.

L.F.: Te conozco de otros proyectos como BitEstudio y BITzen, pero me da la impresión de que son proyectos aparcados ahora mismo ¿o no?

K.B.: Efectivamente están «aparcados». BITzen sigue teniendo unas 3000 visitas mensuales con unos pocos usuarios de pago y la gran mayoría gratuitos. No lo cerraremos porque tenemos un plan bastante loco y que atacaremos cuando Welovroi no nos absorba el 200% de nuestro tiempo. Siempre he necesitado tener otras distracciones profesionales para no aburrirme creativamente.

Por el lado de BitEstudio, si hemos cerrado la puerta para dar servicio a terceros, pero no como laboratorio tecnológico. El año pasado hemos lanzado un proyecto, SocialTouch junto a nuestro amigo Fernando Rodriguez Pino de Altera Interactivos, aunque esto es otra historia…

L.F.: ¿Cómo es eso de montar una empresa con otro colega? ¿Mucho trabajo y poca pasta al principio? ¿Y ahora qué tal? ¿Cuántos tienes en plantilla? ¿Se sobrevive en estos tiempos? ¿Han notado la crisis?

K.B.: Que puedo decir, mi socio Alejandro (@alejandrogq), es mi hermano, un amigo y un cómplice. Nos conocemos desde el Instituto y en los últimos 3 años vivimos la mejor época profesional como socios y dupla creativa-tecnológica. Sin él sería como perder la mitad de mi alma profesional. Ahora estamos a un nivel de coordinación y comprensión mutua que como le decía el otro día por Skype… «-Tengo ganas de discutir contigo y es imposible, siempre llegamos a un termino medio en todo.». Ambos sabemos que lo más importante es el proyecto, a expensas de los egos. Esto nos lleva a un nivel de compenetración y agilidad que nos centra para dar lo máximo.

Los años y la experiencia te hacen darte cuenta que ser una gran programador conlleva una capacidad mental y concentración que no está al alcance de todos. Para mi son artistas. Sin él creo que me dedicaría ahora mismo a ser cocinero… no lo sé. Si sé, que me siento muy afortunado de que sigamos uno al lado del otro remando juntos por un objetivo compartido y marcado a fuego como es Welovroi.

Los comienzos para ambos fueron muy duros. Con 21 y 22 años, hace 10 años y sin experiencia empresarial, encadenamos todos los errores típicos. Desde clientes que no pagan, proyectos mal presupuestados, etc… pero nunca dejamos de intentar hacer cada proyecto mejor de lo que sabíamos. Siempre evolucionamos profesionalmente y nos exigíamos más. Él es el realista y yo el optimista. Y ahora recordando todos esos puntos pasados, sonrío por la cantidad de causalidades que nos ha llevado a tener entre manos un proyecto tan increíble como Welovroi.

Ahora mismo somos 5 personas, mi socio Alejandro (CTO), Rubén Santamaría e Ignacio Aliende dos Seniors Developers que son unos cracks con muchísimo talento, y Roberto Rodriguez que se encarga sin descanso de la Comunicación, Marketing y Soporte.

Sobre la crísis a estas alturas ya no tiene sentido hablar. Solo vale actuar y tirar adelante trabajando y ser más ingeniosos.

L.F.: ¿El premio Emprendedor XXI de La Caixa sirvió para algo? Supongo que te daría contactos.

K.B.: Desde luego que si, vino muy bien el premio para pagar a los abogados en Madrid que nos hicieron todo la documentación legal que necesitábamos en Welovroi.

Por otro lado el viaje a San Francisco me aclaró muchísimas ideas y a poner todo en contexto. No es todo tan idílico como lo pintan y hay que hacer las cosas muy bien antes para dar el salto. Por otro lado, si tienes 20 años y hablas inglés no dudaría en cruzar el charco o irme a Londres.

Y si, efectivamente, conoces a mucha gente importante que te aportan al proyecto como otros emprendedores con los que compartes las mismas inquietudes a pesar de estar en sectores diferentes. Luego a nivel profesional, también consigues algunas conexiones muy valiosas para reservarlas en Linkedin.

L.F.: Se que además les dieron un ENISA con 60.000 euros, a devolver ¿no? ¿Se puede tirar mucho con eso?

K.B.: Pues desde luego que si, aquí en Canarias y controlando los gastos ayudan muchísimo a lanzar y madurar un producto. Lo recomiendo a cualquier emprendedor porque la velocidad en responder y el trato que tendan es muy bueno. Están haciendo un trabajo fantástico apoyando a crear un tejido emprendedor tecnológico y de startups que luego se pueden aprovechar otros Fondos de Inversión o Business Angels. Aquí en Canarias deberían tomar ejemplo.

Y dejo como nota que nosotros también hemos entrado en la ZEC (Zona Especial Canaria). El beneficio fiscal es fantástico y se puede justificar la inversión en desarrollo como Pasivo Intangible, con lo que cualquier startup puede acogerse a sus condiciones de entrada.

Y hasta aquí puedo escribir, queda la segunda parte, donde ya hablamos de Welovroi, ¿te la vas a perder?

iTranslateU, o cómo entenderse en la Torre de Babel

light-logoEn mis horas de navegación diarias, en esta ocasión por Google+,  me encuentro con iTranslateU, una app ideada por un grancanario llamado Alby Martín al que he tenido la oportunidad de conocer en estos días.

Por lo que me cuenta Alby, iTranslateU quiere convertirse en un intérprete personal, pero usando personas de carne y hueso, que permita comunicarse a dos interlocutores que hablen idiomas distintos (y ninguno de ellos conozca el idioma del otro).

iTranslateU tendría una base de datos de intérpretes en distintos idiomas (español-inglés, inglés-francés, inglés-alemán, y cualquier combinación que se les ocurra).  El funcionamiento de la herramienta sería más o menos el siguiente (hay que ponerse en situación):

  1. Yo soy un español y quiero comunicarme con un coreano para cerrar un negocio.  Yo no tengo ni idea de coreano, y mi interlocutor no tiene ni idea de español, y además ninguno de los dos conoce otro idioma común.
  2. Para comunicarme con el coreano abro mi app iTranslateU, busco en la base de datos de intérpretes alguien que hable coreano-español y lo selecciono.
  3. En ese momento le llega una notificación al intérprete, que puede aceptar o rechazar el encargo. Si lo rechaza tengo que seleccionar a otro, y si lo acepta se produce una llamada IP con él.
  4. Una vez seleccionado el intérprete, sin perder la comunicación con éste, se debe establecer la comunicación con el interlocutor final (el coreano).  De esta forma tendríamos una especie de «llamada a tres» por IP.
  5. Establecida la comunicación, la conversación siempre pasaría por el intérprete.

La app es aún una idea, no hay nada desarrollado y la intención de Alby es que exista tanto para plataformas móviles como para plataformas de escritorio.  Tiene contactos en Estados Unidos que le han validado la idea. Desde el Reino Unido le están asesorando acerca del modelo de negocio. Se ha puesto en contacto con muchos intérpretes y está recibiendo feedback (no siempre positivo).  Quiere buscar financiación para poder llevar a cabo el proyecto, aunque también podría disponer de algunos recursos propios.  El modelo de negocio está aún por definir, pero pasaría por algún modelo en el que el intérprete cobraría por tiempo de trabajo.  La app podría ser gratuita y el usuario que necesite al intérprete pagaría por sus servicios, quedándose una comisión la plataforma iTranslateU.

La app tendría disponibles hasta 14 idiomas distintos y una base de datos de 150 intérpretes. Los clientes potenciales serían las empresas, pero también podría orientarse a particulares. Ademas, se incluiría un sistema de recomendaciones del trabajo realizado por los intérpretes (algo del tipo «¡valora mi trabajo!«).

Mi opinión personal  es que al proyecto le queda aún mucho por definir y perfilar. Alby me confiesa que el propio mundo de los intérpretes es muy particular. Ya el nombre escogido en la herramienta crea reticencias entre los intérpretes (no es lo mismo «traducir» que «interpretar«). El modelo de negocio no está nada claro, y el mercado potencial también tengo mis dudas de que tenga una base importante de clientes. ¿Y si usamos todos el inglés? ¿No es lo que se hace actualmente?  Si realmente está orientado al mundo empresarial creo que ya hay idiomas estándar que las empresas usan y no sería necesaria una app como esta, aunque igual me equivoque.

No dejo de valorar el esfuerzo y la dedicación que está poniendo Alby en llevar a cabo su idea, pero supongo que también sabrá valorar la respuesta que le ofrezca el mercado, se dejará asesorar por expertos en la materia y podrá seguir dándole forma a su proyecto.

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