Fútbol, cabreos y redes sociales

Ayer no vi el partido de la Unión Deportiva Las Palmas.  No es algo que me avergüence decirlo, aunque a algunos les parezca «postureo» progre esto de que no te guste el fútbol. Cualquiera que me conoce sabe que a mi el fútbol me gusta tanto como tener a un sicario apuntándome con una pistola en la nuca.  Nunca he entendido esa pasión/afición desmedida por algo, nunca he compartido esas actitudes exaltadas en torno a un deporte (sea cual sea).

Para ser sincero, el partido de ayer, igual que me pasó con el final de La Liga o con los partidos de España en el mundial, lo seguía esporádicamente en redes sociales y me sentía como si yo fuese extraterrestre y no entendiese nada. Gritos, cabreos, goles, más gritos, insultos.  Y al final, decepción. ¿Qué paso? Lo leí en Twitter. Algo de unos tipos que habían saltado al campo antes de terminar el partido, que habían tenido que suspender unos minutos y al reanudar, empate, set y partido (para el Córdoba). Pues bien, pues vale.

Pues no, no vale. La gente no se quedó contenta.  Y tal fue así que algún iluminado (y lo digo seriamente) creo a las 21:00 del 22 de junio de 2014 una página en Facebook llamada Estos nos dejaron en Segunda. Llevo más de una hora siguiendo la evolución de esta página, y cualquiera que haya administrado páginas en Facebook puede comprobar que es el sueño de todo community manager. En el momento de escribir esta entrada superaba los 20.000 fans (en apenas 3 horas), y subiendo a una media de 20 fans por segundo. Fotos con miles de «Me gusta», cientos de veces compartidas. ¡Por Dios!, quiero ver esas estadísticas de Facebook Insights. ¿Nos hemos vuelto locos?  Juntamos fútbol, con cabreo, con decepción histórica y con cagada monumental de unos tipos sin dos dedos de frente y montamos una página/denuncia que pone cara a esos que no escondieron a la hora de saltar al campo.  En vez de salir a las calles con antorchas como una horda enfurecida a buscar culpables, montamos una página en Facebook que los ponga de vuelta y media.

Ni apruebo ni desapruebo el hecho de creación de esta página, puedo estar más o menos de acuerdo con este escarnio público al que están sometiendo a estos descerebrados, pero sí reconozco el oportunismo y el gran poder de las redes sociales.  El tipo o la tipa que haya creado la página es un/a crack (o dicho mal y pronto, el puto amo). Ha estado en el sitio oportuno en el momento adecuado. ¡Enhorabuena!. ¿Alguien sigue pensando que se puede estar al margen de las redes sociales?

Pero es que mientras escribo siguen ocurriendo cosas en esa página, hay alguien que ya ha creado una petición en Change.org para vetar de por vida la entrada a los que saltaron. ¡Ay, mi madre! La gente está fatal. Sería muy fácil (y demagógico) hacer comparaciones de esto con otros problemas mucho más graves que tenemos a nuestro alrededor, pero no lo voy a hacer.

En definitiva, siento el resultado y entiendo que haya decepcionado a mucha gente. Alabo la idea del que está consiguiendo más fans en unas horas de los que consiguen muchos profesionales en toda su vida juntando todas sus páginas (a este paso la página/protesta va a conseguir más fans que la propia U.D. Las Palmas, lo cual sería hasta raro).  Lo bueno de esto, que dentro de unas semanas nadie se acordará. La página dejará de tener tirón y quedará muerta. Las personas somos así, ahora estamos (están) encendidos, pero mañana es otro día y hay que seguir con la vida, con la de verdad.

Y ahora también en Facebook ¿me sigues?

Sí, aunque parezca mentira, aún no tenía «página oficial» del blog en Facebook. Ahora sí. Desde ya me puedes seguir también por allí. Dos años después de empezar con este blog me decido a crearle una página en Facebook para él solito, bueno, y para todo el que me quiera acompañar. ¿Una página más? Pues sí, como seguimos a pocas, ahora tienes una más a la que seguir (siempre me puedes seguir y «silenciarme» si te cansas de mi contenido). Lo mío tiene mérito, he creado mi página oficial en Google+ antes que en Facebook, eso sólo lo hacen los empleados de Google y yo.

¿Y el Facebook pa’ qué? Pues para compartir no sólo las entradas del blog, también para compartir contenidos de otros que me parezcan interesantes, relacionados con tecnología, con redes sociales, con marketing digital y también un poco de legislación relacionada con tecnología. Alguna foto, algún vídeo, contenido que considere que debe ser compartido.

Acepto sugerencias, «megustas» y «nomegustas«. Acepto críticas y comentarios constructivos que tengan que ver con el contenido que publico. Acepto que compartas lo que te guste, y hasta acepto que que no lo hagas. Acepto a amigos y conocidos, y acepto a desconocidos y desconocidas. Acepto a páginas afines a mi temática. Acepto a izquierdas y a derechas, a centros y a descentrados. Acepto que Facebook no me muestre en tu timeline (¡maldito, lo se, tendré que pasar por caja en algún momento!). Hasta acepto seguidores de Islas Afortunadas Air, siempre que mantengan la compostura.

No acepto las alusiones personales, ofensivas o que no tengan nada que ver con la temática del blog. No acepto a trolls.

Ahora tienes otra forma de ver más contenido y de comunicarte conmigo, ¿me sigues?

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies